lunes, 8 de febrero de 2021

 

En el cráter de un antiguo volcán, situado en lo alto del único monte de una región perdida en las selvas tropicales, habitaba el último grupo de grandes dinosaurios feroces. Durante miles y miles de años, sobrevivieron a los cambios de la Tierra y ahora, liderados por el gran Ferocitaurus, planeaban salir de su escondite para volver a dominarla.
Ferocitaurus era un temible tiranosaurus rex que había decidido que llevaban demasiado tiempo aislados, así que durante algunos años se unieron para trabajar y derribar las paredes del gran cráter. Y cuando lo consiguieron, todos prepararon cuidadosamente sus garras y sus dientes para volver a atemorizar al mundo.
Al abandonar su escondite de miles de años, todo les resultaba nuevo, muy distinto a lo que se habían acostumbrado en el cráter, pero siguieron con paso firme durante días. Por fin, desde lo alto de unas montañas vieron un pequeño pueblo, con sus casas y sus habitantes, que parecían pequeños puntitos. Sin haber visto antes a ningún humano, se lanzaron feroces montaña abajo, dispuestos a arrasar con lo que se encontraran...
Pero según se acercaron al pueblecito, las casas se fueron haciendo más y más grandes, y más y más.... y cuando las alcanzaron, resultó que eran muchísimo más grandes que los propios dinosaurios, y un niño que pasaba por allí dijo: "¡papá, papá, he encontrado unos dinosaurios en miniatura! ¿puedo quedármelos?".
Así las cosas, el temible Ferocitaurus y sus amigos terminaron siendo las mascotas de los niños del pueblo, y al comprobar que millones de años de evolución en el cráter habían convertido a su especie en dinosaurios enanos, aprendieron que nada dura para siempre, y que siempre hay estar dispuesto a adaptarse. Y eso sí, todos demostraron ser unas excelentes y divertidas mascotas.


Pedro Pablo Sacristán

¡Vamos a trabajar el cuento, ahora que aún está fresco!

Un minuto para pensar...

¿Te has dado cuenta de que, aunque sea poco a poco, todas las cosas cambian? ¿Cómo crees que serán tu vida y el mundo cuando seas mayor? Muchos cambios no podemos controlarlos ni evitarlos, pero otros sí ¿qué cosas te gustaría cambiar a ti?

Una buena conversación

Cuéntale a tu hijo alguna experiencia a la que hayas tenido que adaptarte en el pasado (como tener hijos, por ejemplo) y explícale qué es lo que te resultó más difícil y cuáles fueron las cosas buenas que sacaste de aquel cambio

¿Y si pasamos a la acción?

Para animar a tu hijo a adaptarse a los cambios de buena gana, podéis crear la "equipación para cambios": en unas camisetas blancas pintad los dinosarios del cuento, y ponéoslas siempre que haya que hacer algún cambio importante en casa, como cambios en los muebles, nuevas normas, nuevos horarios, etc

Tomado de: https://cuentosparadormir.com/infantiles/cuento/los-ultimos-dinosaurios

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